La belleza de un retrato clásico en blanco y negro transmite una elegancia, una serenidad atemporal que provoca el despertar de nuestros sentidos y les permite estar alerta, sensibles. En ese estado podemos disfrutar de […]
La belleza de un retrato clásico en blanco y negro transmite una elegancia, una serenidad atemporal que provoca el despertar de nuestros sentidos y les permite estar alerta, sensibles. En ese estado podemos disfrutar de […]